Revistando qué obras vi este año, me doy cuenta que omití esta. Una obra que disfruté muchisimo. De esas obras que salís con cara de contenta. Las actuaciones de Marisa y Dahiana, ya de por sí valen la experiencia. Claro, son actrices de las mejores. La anécdota: una mujer va de vacaciones a una cabaña en medio del campo, se desata una tormenta que impide el encuentro con su amante. Pero llega, por casualidad una lugareña, que está embarazada. Dos mundos absolutamente diferentes que logran encontrarse y entenderse, la sororidad al pleno. La cercanía con el escenario que permite la sala 2 del circular es favorecedor para disfrutar más la obra. Incluye unas imágenes proyectadas. Una obra divertida, disfrutable y muy recomendable.
Somos mujeres grandes, disfrutamos de ver teatro y compartir esas experiencia. Algo que iniciamos en nuestra adolescencia cuando concurrir a una sala de teatro era una expresión de resistencia. Hoy volvemos y como a veces nos olvidamos, vamos a registrar qué vimos, qué nos pareció, qué sentimos